Tras años de capacitación docente en la Fundación Breteau, hemos aprendido que no solo se trata de transferir las habilidades de un educador a otro. Nuestro modelo de capacitación se encuentra en constante evolución, pero empieza allí donde se identifican las necesidades. Está estructurado para adaptarse a los contextos locales y usar la tecnología, y su objetivo es preparar a los maestros para que sean líderes digitales excepcionales. A continuación escuchamos a Mona Mkumatela, nuestra directora nacional en Sudáfrica.

Cuando comencé el programa de capacitación docente de la Fundación Breteau en 2015 en Sudáfrica, hice ciertas suposiciones muy específicas sobre la forma en que se desarrollarían nuestras sesiones. Después de suministrar las tablets y las aplicaciones a las escuelas, planeamos presentarles la tecnología a los maestros, ninguno de los cuales había usado tablets en sus aulas anteriormente, si es que las habían usado en absoluto. Como podrás imaginar, había entusiasmo y anticipación en toda la comunidad escolar. Todo el mundo estaba ansioso por empezar y yo tenía la maravillosa tarea de preparar las tablets y aplicaciones de los maestros.

Objetivos de la capacitación docente

Al principio creí que el objetivo de nuestra capacitación era centrarse en el uso de las tablets y las aplicaciones. Por tanto, planifiqué y diseñé un taller práctico de tres horas que comenzaba con el funcionamiento básico de las tablets y pasaba luego a las carpetas de aplicaciones que habíamos cuidadosamente seleccionado. Aunque preví la solución de problemas de tecnología sobre la marcha, creía que mi capacitación produciría maestros seguros de sí mismos con buenas habilidades técnicas en el uso de tablets y aplicaciones para aplicarlas a su práctica en el aula. Nuestro plan nacional también estaba claro: si los maestros podían cumplir estos objetivos, nuestras escuelas asociadas integrarían rápidamente las tablets a su enseñanza diaria y al aprendizaje en sus aulas, y eso significaría un excelente trabajo.

Tras la primera hora de capacitación en una de nuestras primeras escuelas asociadas, ¡me di cuenta de que mis suposiciones en cuanto a la forma de impartir el taller eran fundamentalmente erróneas! En mi mente se produjo un cambio en cuanto a lo que estábamos tratando de lograr, y me pregunté: «¿estamos tratando de capacitar a los maestros en la tecnología o de capacitar a los maestros para que mejoren su pedagogía a través del uso de la tecnología?». ¡La respuesta, claramente, era la segunda! Esa noche, en mi alojamiento del poblado rural situado cerca de la escuela, modifiqué mi plan de capacitación para el día siguiente.

Uso de la tecnología para mejorar la pedagogía

A la mañana siguiente y en la sesión, pedí a los maestros que llenaran un plan de clase básico con objetivos de aprendizaje, parte inicial, parte central y parte final. Hablamos sobre la pedagogía y el «por qué» de cada parte de sus planes de clase, y fue a partir de este punto que analizamos dónde y cómo integraríamos el uso de las tablets y las aplicaciones. Pudimos ver de inmediato que este era un punto de inicio más práctico para que los maestros asimilaran este cambio pedagógico. Nuestra capacitación debía abordar la cuestión de que los maestros en el taller habían pasado toda su carrera enseñando a jóvenes en las aulas. Por tanto, nuestra capacitación debía abordar directamente esta perspectiva.

Desde ese momento, diseñamos cada aspecto de nuestras sesiones de capacitación para que fueran directamente pertinentes y se vincularan de inmediato a la experiencia en el aula. Comenzamos nuestra capacitación con la perspectiva de cómo un maestro llevaría la tecnología educativa desde el primer día a sus estudiantes. Esto incluye diseñar y trazar expectativas de conducta y consecuencias para el uso de la tecnología, tanto para maestros como para alumnos. El desarrollo de una estructura para los maestros desde el principio les aporta más confianza en la implementación. La implantación de vínculos críticos entre las tablets, las aplicaciones y el programa de estudios ha permitido que los maestros puedan trabajar basándose en sus conocimientos y en su experiencia. No se trata de crear nuevas habilidades en los maestros, sino de añadir herramientas al aula para darle vida al programa de estudios.

Programas de capacitación que reflejan las necesidades locales

A medida que progresó la integración de la tecnología, ofrecimos talleres en áreas temáticas específicas y trabajamos con los maestros para analizar con más detalles el impacto de la tecnología en el fortalecimiento, la personalización y la individualización del aprendizaje de los estudiantes. A medida que el profesorado avanzaba, ajustamos la selección de las aplicaciones en las escuelas y, por supuesto, nuestros programas de capacitación. Comenzamos a considerar las necesidades locales y a abordar las necesidades de las escuelas de tener las aplicaciones en los idiomas que se hablan en sus regiones, ya que la mayoría de los estudiantes de Sudáfrica son bilingües en los 11 idiomas oficiales del país. En 2018 dimos un paso significativo al introducir grupos para que docentes de todas las escuelas participaran en talleres conjuntos y compartieran y aprendieran unos de otros. Recientemente impartimos el taller Enseñanza de lectura, escritura e idioma con el uso de la tecnología. Como se puede apreciar, hemos progresado bastante.

La mayoría de nuestros talleres de capacitación docente se imparten ahora en grupos y están diseñados para incorporar las mejores prácticas de la clase. Nuestros grupos geográficos nos ayudan a promover la sostenibilidad continua del desarrollo profesional; esto significa que un capacitador no siempre tiene que estar presente para crear nodos de aprendizaje docente y no esperamos ser el único capacitador a mediano plazo. Docentes con experiencia en tecnologías educativas, procedentes de escuelas asociadas, pueden dirigir y capacitar, y nuevos maestros en escuelas proyecto existentes o nuevas se pueden unir al grupo. Cuando organizamos sesiones de capacitación, los maestros ya no se sientan a escuchar durante largos periodos, y nosotros, como capacitadores, no nos consideramos conferencistas. Nuestra capacitación es un viaje y nos proponemos lograr que cada etapa sea una experiencia atractiva, un momento para debatir de manera más profunda y seria sobre la tecnología y la pedagogía y una oportunidad para descubrirse a sí mismo, experimentar y aprender en grupo. ¡Tal y como debería ser cualquier entorno de aprendizaje o cualquier aula excelente!

Apoyo a docentes en tiempo real

Además, hemos añadido otro elemento a nuestra capacitación: ahora ofrecemos apoyo en clase e instrucción docente en tiempo real. Como colegas educativos, estamos junto a los maestros de nuestras escuelas proyecto varias veces al año, a medida que integran la tecnología a su práctica en el aula. La opinión que hemos recibido es que constituye una valiosa experiencia para nuestros maestros, quienes, independientemente del número de capacitaciones a las que hayan asistido, aún tienen que vencer el miedo asociado al primer uso de la tecnología en los jóvenes alumnos.

Desde nuestra perspectiva, esta oportunidad ayuda al desarrollo continuo de nuestra práctica de capacitación, para que nosotros también podamos ser mejores capacitadores y difundamos nuestras percepciones entre los grupos escolares. Es un círculo virtuoso para mantener actualizados nuestros materiales de capacitación. Al comenzar nuestra capacitación reciente con nuevas escuelas asociadas en 2019, puedo decir con confianza que cada aspecto del programa de capacitación de la Fundación Breteau está ahora diseñado para dar a los maestros exactamente lo que necesitan para tener éxito y crecer como excelentes docentes que usan la tecnología. La transformación de nuestro programa de capacitación ha tenido un impacto positivo en las escuelas en que operamos.

Factores clave de la enseñanza en nuestras escuelas proyecto en Sudáfrica

• Los recursos educativos son limitados
• El número de estudiantes por maestro es alto, con grupos que llegan a un abrumador tamaño de 45 a 80 alumnos por maestro.
• Las ausencias de los maestros pueden significar también que el tamaño de los grupos puede duplicarse en ciertos días, y en algunas escuelas esto ocurre frecuentemente
• Debido al alto número de alumnos por grupo, los estudiantes que tienen problemas de lectura y escritura podrían no ser identificados ni recibir atención individual de docente
• El mobiliario es a menudo insuficiente para el número de alumnos en una clase, por lo que los niños tienen que compartir asientos y mesas o sentarse en el piso, lo que aumenta la distracción u obstruye la capacidad de concentración de los alumnos
• Los libros de texto y los materiales estacionarios a veces están en mal estado o ser muy limitados, lo que reduce la capacidad de los maestros para enseñar
• En las áreas de bajo nivel socioeconómico, los niños son más propensos a asistir a la escuela hambrientos y cansados, debido a las condiciones de sus hogares: carencia de alimentos, malos ambientes para dormir y largas distancias que los niños deben caminar para llegar a clase.
  
  
  

  En el trabajo con nuestras escuelas asociadas de Sudáfrica hemos encontrado a muchos docentes maravillosos que han cumplido de manera notable su compromiso de permitir a la Fundación Breteau ofrecerles nuestro apoyo, a sus escuelas y alumnos. Agradecemos a quienes que han trabajado para que podamos contar con mejores materiales de capacitación para las futuras escuelas asociadas. Reconocemos que su apoyo va mucho más allá de lo que ya implica vencer las dificultades educativas cotidianas.

  
  Redactado por Mona Mkumatela y editado por Annette Quinn